Iñaki desde Iruña te envío el abrazo más cariñoso, suave y calentito que mis brazos puedan fabricar, para que te arrope, para que te proteja del frío, del viento, del dolor; para que durante tu descenso te sientas como si fueras en un trineo guiado por el latido de miles de corazones que desde aquí tiran con toda la fuerza que nos inspira el respeto y la admiración por tus logros, que sentimos los que te conocemos, y el cariño y las ganas de volver a oirte, de volver a verte, de todos los que te quieren. Porque sé que estás bajando, porque sé que vuelves para recibir miles de abrazos como el mío, entre ellos los de tu familia y amigos a los que mando todo mi apoyo en unos momentos tan díficiles.

Aupa Iñaki!! Una vez dijiste que siempre pensabas que no merecía jugársela con ningún monte, porque las montañas siempre van a estar ahí, nunca se van a mover, y que era mejor retirarse y volver otra vez. Que por eso era importante volver, aunque esto supusiese un reto. Pero también dijiste que son traicioneras e impredecibles y que en cualquier momento te la pueden jugar. Bueno pues, Iñaki, cuídate y coge energías. Ya volverás al Annapurna. Te esperaremos en casa, y queremos verte de nuevo en la cuesta de Santo Domingo corriendo el encierro, estoy segura que esta vez tambien San Fermin tendera su "capotico"

Y un beso en estos momentos duros a Pili e Iñaki