En estos tiempos de crisis eso de apretarse el cinturón ha sido una cantinela repetida a los ciudadanos europeos desde todas las instancias de la Administración. Pero mientras miles de trabajadores sufren los efectos de los Expedientes de Regulación de Empleo y congelaciones de sueldos al tiempo que desde algunos sectores de la política se insta a reducir el gasto público, ¿qué dirían los ciudadanos si supieran que parte de sus impuestos se siguen dedicando a financiar empresas de la Duquesa de Alba, la Reina de Inglaterra o la corona danesa?
Las ayudas más polémicas
Las gracias de tales iniciativas habría que dárselas a la Unión Europea y, más concretamente, a los requisitos que impone para ser receptor de los fondos de la Política Agraria Común (PAC). Una legislación que ha permitido en los últimos tiempos que incluso haya habido beneficiarios de las subvenciones que no hayan plantado ni una sola semilla en todo el año. ¿El motivo? Que parte de esas ayudas se dan por la extensión de las tierras que posee una entidad o persona y no por su producción. Dicha normativa ha propiciado además que se hayan beneficiado de las ayudas grandes terratenientes y millonarios de la UE, algo que los agricultores vienen denunciando desde hace tiempo.
Pese a todo, Bruselas continuó destinando partes millonarias de las subvenciones de la Política Agraria Común en 2008 a conocidos aristócratas, millonarios e incluso políticos. Pero al menos este año cualquier particular del Viejo Continente puede saber quién está siendo el receptor de sus impuestos. Desde el pasado 30 de abril la UE obliga a los estados miembro a publicar en internet los listados de todos sus subvencionados.
Esta nueva Ley de Transparencia permite saber que, por ejemplo, la Duquesa de Alba y sus hijos se llevaron el pasado año más de dos millones de euros a través de las empresas Euroexplotaciones Agrarias y Eurotécnicas Agrarias, que engloban las fincas de una de las familias con más tierras de Europa. En este ámbito, quizás los únicos terratenientes capaz de competir con la Casa de Alba a nivel europeo sea la familia real británica, que también se llevó un suculento trozo del pastel de la PAC el pasado año. La Reina de Inglaterra, Isabel II, recaudó más de medio millón de euros a través de la firma Sandringham Farms. Una cifra que compensa en parte la obligación de pagar impuestos que estrenó la monarquía británica hace un año por decisión del Parlamento. También ayudarán los más de 200.000 euros recaudados por el Príncipe Carlos por sus granjas de Cornwall. Además de los expuestos, en el Viejo Continente hay otros ejemplos de aristócratas que sacan provecho de los impuestos de los ciudadanos europeos, como los del Duque de Westminster, benefactor de más de un millón de euros de la PAC, o el Príncipe Joaquín de Dinamarca.
Sin embargo, las subvenciones más polémicas de la Unión no pasan sólo por manos de la sangre azul. Sin ir más lejos, Hanne Fischer Boel, hija de la mismísima comisaria europea de Agricultura, se llevó una cantidad mucho menor que las anteriormente citadas, pero nada desdeñable para muchos: 7.291 euros. Más dinero, 68.000 euros, se llevaron Mario Conde y su familia, dueños de la explotación de aceite Los Carrizos de Castilblanco.
Las subvenciones de la PAC copan aproximadamente la mitad de los fondos de la UE. Un dato llamativo si se tiene en cuenta que menos de un 10ª de europeos trabaja en el sector agrario.
El club de las mujeres muertas
Victor Manuel
A la que se rebelan, no se callan
las humildes y las mansas;
las que imaginan cosas imposibles,
el derecho a ser felice ;
a las que viven solas, pisoteadas,
la que ya no esperan nada;
a las desamparadas, olvidadas, las que caen y se levantan…
Cuántas vidas humilladas,
cuántas lágrimas calladas.
lo más triste es las tristeza
en el club de las mujeres muertas.
A veces porque miran, porque callan
porque piensan se delatan;
a veces porque cuentan, porque lloran
o porque no entienden nada;
hay quien perdona todo a quien las mata
por un beso, una mirada;
hay quien lo espera todo de quien aman y no pierden la esperanza…
Quemadas, arrastradas por los pelos,
torturadas, devastadas,
violadas legalmente, apuñaladas,
algún juez las mira y pasa.
Dicen que tienen celos y se nublan,
que no saben lo que hicieron
y cuando beben dicen no ser ellos
yo soy yo más este infierno.
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