robo a mano armada
ENTRE Pedro Crespo, alcalde de Zalamea que inmortalizó Calderón de la Barca, y Javier Paredes, actual regidor del pueblo, distan más de cinco siglos. Pero ambos comparten un espíritu rebelde.
Crespo colgó de una viga en su casa a un capitán del Tercio de Flandes por pasarse con su hija y Javier tiene en su punto de mira a la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) porque quieren hacerse con parte de lo que se recauda cada año en la representación de la obra de Calderón de la Barca 'El alcalde de Zalamea'. Algo que se lleva haciendo cada mes de agosto durante quince años. De hecho el próximo 21 de agosto se estrena la decimosexta edición.
El alcalde define la petición como «robo a mano armada» y dice no entenderla muy bien.
En realidad, la SGAE no pide por los derechos de Calderón de la Barca, autor de la obra, sino por la adaptación que hizo Francisco Brines, versión a la que cada año los vecinos del pueblo ponen voz y cara ante miles de espectadores.
El director del montaje, Miguel Nieto, explica que desde el principio se apostó por la adaptación de Brines ya que el texto original de Calderón «era muy farragoso». Hay que tener en cuenta que se trata de actores aficionados que ponen en pie una obra de teatro en verso con expresiones propias del Siglo de Oro. Por eso apostaron por un texto más accesible que el original.
El litigio con la SGAE viene porque Francisco Brines cedió los derechos al pueblo de Zalamea para que se representara durante algunos años su adaptación. No concretó una fecha concreta, según la versión de Javier Paredes.
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