10 noviembre 2009



Desde la iniciativa Lunes Lilas contra la violencia de género, queremos manifestar:

1º. El asesinato de Nagore Laffage sí es violencia de género o sexista. Ha quedado claro a lo largo de las sesiones del juicio: fue brutalmente asesinada por ser mujer y decir que NO a los deseos de Diego Yllanes y esto es violencia de género. Quitarle esa denominación significa, por un lado, no ajustarse al concepto que defiende la LEY FORAL 22/2002, de 2 de julio, para la adopción de medidas integrales contra la violencia sexista que en su Artículo 1, define el objeto y dice: “Constituye el objeto de esta Ley...A estos efectos se entiende por violencia sexista o de género todo acto de violencia o agresión, basado en la superioridad de un sexo sobre otro, que tenga o pueda tener como consecuencia daño físico, sexual o psicológico, incluida la amenaza de tales actos y la coacción o privación arbitraria de libertad, tanto si ocurren en público como en la vida familiar o privada.”

Por otro lado, quitarle la denominación de violencia de género supone no educar a la ciudadanía contra ella. Es violencia de género y debemos de rechazarla, en la vida diaria y en las Fiestas. Negarlo sigue perpetuando la vieja idea de que son hechos aislados, productos de circunstancias especiales, y no ayuda ni a los hombres ni a las mujeres a comprenderla y poder ir erradicándola en unas relaciones igualitarias. Pretender justificarla por el hecho de que el alcohol u otros atenuantes (más allá de la defensa de tu propia vida) no significan más que dar manga ancha a que se pueda producir. Emborráchese usted y ya puede hacer lo que le de la gana con las mujeres, incluso matarlas. Todas las relaciones entre las personas deben de estar basadas en un criterio: el consentimiento por ambas partes.

2º. Que no queremos que se juzgue a José Diego Yllanes, ni su posición social, ni donde trabajaba antes del 7 de julio 2008. Sólo queremos que sea juzgado por lo que hizo el día 7 de julio: asesinó a Nagore. La estranguló, la golpeó con violencia e intento esconder su cadáver y todo aquello que la identificara para evitar que su honor quedará manchado. Y esto no es un arrebato. Es un asesinato. No hay atenuante ni excusa que valga.

3º. Que no se manche la memoria de Nagore. Todo lo contrario. Nagore tuvo la valentía de decir que NO ante lo que no quería hacer y no plegarse tampoco ante quien podía tener, para ella, estatus superior. Ese viejo truco de pretender presentar a las mujeres como culpables por las que algunos hombres pierden la cabeza... pues como que no. Ella no está para hablar por sí misma, lo cual debería llevar implícito que no se hablara de su vida sexual o afectiva en cuanto no tenga relación con los hechos. Se juzga a José Diego Yllanes, no a Nagore Laffage.

Por nuestra parte, creemos que lo que hay que hacer es JUSTICIA, que no Venganza. Reparación a ELLA Y SUS FAMILIARES y reivindicar la memoria de Nagore, junto a la de todas las mujeres que no se plegan a los deseos machistas. Porque el mejor homenaje es demostrar que en su ausencia, sus ideas siguen estando vivas y que cada vez hay más Cenicientas que no quieren comer perdices.

4º. Nuestro apoyo y admiración a toda la familia Laffage Casasola, que lleva 16 meses pidiendo justicia, para Nagore. Están en todo su derecho de protestar y exigir un juicio justo, sin atenuantes que signifiquen un trato de favor, ya qué esto, no seria justo, ni educativo contra la violencia de género. Familia que ha estado aquí todo los días, aun a pesar de no poder entrar a la sala del juzgado, por la mala previsión de la Audiencia. Si este juicio iba ser seguido por estudiantes de Derecho, lo suyo era poner un sala especial para ello, al igual que se ha hecho con la prensa.

El no haber tenido actuado así ha significado, para esta familia y todos sus seres queridos, tener que quedarse en la calle día tras día, a pesar del esfuerzo de venir de Irun, Rentería... etc. De alguna manera, probablemente inconscientemente, se les ha privado de su derecho a estar oyendo y viendo algo que era importantísimo para sus vidas.

5º. Nuestro agradecimiento a los medios de comunicaron que han conseguido hacer del Juicio de Nagore algo entendible par toda la ciudadanía: EL No, es NO y no hay justificación ni atenuante que valga para llamar a las cosas por su nombre: ASESINATO y profanación de cadáver.

Por todo ello, seguimos pidiendo: ¡Justicia para Nagore! ¡No más violencia contra las mujeres! ¡Cuando digo No, es No!!! ¡ASKI DA!! Justizia NAGORErentzat eta EMAKUME GUZTIentzat!

Fuente:http://txistorradigital.blogspot.com/2009/11/valoraciones-sobre-el-juicio-por-el.html

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