Cómo ahorrar energía en casa: consejos que benefician al medio ambiente y al bolsillo
Vampiros eléctricos en los hogares: cómo combatirlos
Los aparatos que consumen energía apagados aumentan la factura eléctrica y el impacto medioambiental
Televisiones de plasma, ordenadores, videoconsolas, microondas, cepillos de dientes recargables... Los expertos los llaman "vampiros eléctricos" porque son aparatos que consumen energía las 24 horas del día aunque estén apagados. Además, son cada vez más frecuentes en los hogares: se estima que el número de grandes y pequeños aparatos electrónicos casi se ha triplicado en los hogares en las últimas tres décadas. Por ello, saber cómo desactivarlos del todo no sólo reducirá la factura eléctrica, sino también las emisiones de dióxido de carbono, causantes del cambio climático, y otros impactos medioambientales derivados de la producción eléctrica.
El consumo oculto de los "vampiros eléctricos" se debe normalmente a un dispositivo conocido como "stand by", que sirve al electrodoméstico para encenderse más deprisa, detectar un mando a distancia en cualquier momento o realizar algún tipo de orden programada. En otras ocasiones, los aparatos vienen provistos de relojes, luces o paneles informativos digitales que están activados constantemente, y que, por tanto, necesitan también electricidad.
Asimismo, algunos aparatos de reciente introducción en los hogares han disparado el consumo energético. Por ejemplo, un estudio de la Organización de Consumidores australiana señala algunos casos especialmente llamativos: un televisor de plasma de 50 pulgadas puede consumir 822 kilovatios/hora (kw/h), mientras que un televisor LCD del mismo tamaño se mueve por los 350 kw/h y un televisor de tubo catódico por los 322 kw/h. O el caso de las actuales consolas de videojuegos, cuyo uso continuado puede gastar unos 120 euros al año, según esta asociación.
Los aparatos recargables son otros "vampiros" a los que hay que combatir. Los expertos recomiendan retirarlos cuando estén cargados, incluso a mitad de carga si se necesitan, sin temor a que se estropeen o reduzcan su vida útil. También se pueden desconectar del todo los aparatos antiguos que ya no se utilizan pero que siguen consumiendo energía. Hay otros aparatos más eficientes e indicados para dar la hora.
El consumo energético del ordenador también puede reducirse: si no se va a utilizar en unas horas, se puede activar el modo de hibernación, que consume menos. Otra forma sencilla de reducir el gasto energético de un PC es apagando su monitor, ya que los salvapantallas no reducen la cantidad de energía utilizada.
Asimismo, los consumidores también pueden influir en los fabricantes de estos productos mediante sus decisiones de compra o haciéndoles llegar sus recomendaciones. Por ejemplo, se puede dar preferencia a los aparatos que no lleven sistemas de "stand by" o similares, o que cuenten con una eficiencia energética lo más alta posible.
Autor: Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA, www.consumer.es
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