16 marzo 2009

Síndrome de Estocolmo doméstico

A pesar de las dificultades y del miedo hay que romper el silencio. El silencio siempre es un obstáculo y una de las principales trabas que tiene la mujer para acabar con él es ella misma. Reconocerse como víctima y “traicionar” al que ha sido su compañero, asumir el juicio social, sentirse responsable de las agresiones, la falta de perspectivas personales y económicas… son factores psicológicos y sociales que perpetúan la lacra de la violencia doméstica.

La macroencuesta realizada en marzo por el Instituto de la Mujer revela que el 12,5% de las mujeres maltratadas no se reconoce como tal. ¿Mecanismo de defensa o interiorización de unos roles impuestos? Según Andrés Montero, Presidente de la Sociedad Española de Psicología de la Violencia, la definición misma de maltrato no es unívoca y depende de tantos factores que para muchas mujeres los insultos no son agresiones... para otras muchas, un bofetón, tampoco.

La mayoría de las que sufren maltrato están inmersas en una maraña de comportamientos para poder aguantar el infierno de la convivencia. Muchas no soportan esta situación y acaban tomando la opción del suicidio... las cifras sobre muertes por malos tratos nunca contabilizan los datos de suicidios.

Los síntomas depresivos que padecen estas mujeres se manifiestan fundamentalmente mediante la apatía, la pérdida de esperanza y la sensación de culpabilidad.

El informe La violencia doméstica contra las mujeres elaborado por el Defensor del Pueblo en 1998, insiste en el arraigo entre muchas mujeres de lo que denomina “el amor romántico”, que con su carga de altruismo, sacrificio, abnegación y entrega, refuerzan la actitud de sumisión.Consideran un fracaso la separación porque después de tanto esfuerzo no han conseguido salvar su relación.

Asumen el sufrimiento como un desafio, como si ellas pudieran cambiar la situación, cambiarle a él. Echan la culpa de la irritabilidad de sus compañeros a factores externos como la falta de trabajo, los problemas, e incluso llegan a culpabilizarse a sí mismas. Encuentran cualquier argumento para justificar a su pareja; en el 45% de las denuncias, la mujer argüía el alcoholismo del hombre como causa desencadenante de la agresión, cuando está demostrado que el porcentaje de agresiones que se producen bajo los efectos del alcohol es muy reducido.

La ausencia de unas redes sociales sólidas hacen que su mundo sea su compañero, que los proyectos de él sean los suyos propios y que todo se reduzca a él.

Pero ¿cómo se explica que una mujer pueda soportar durante años malos tratos brutales (más del 70% convive con el agresor más de cinco años)? ¿Por qué no sólo no los rechaza sino que encuentra justificaciones? Dar una explicación a estas reacciones paradójicas es uno de los objetivos de Andrés Montero. Este experto ha desarrollado un modelo teórico denominado Síndrome de Estocolmo doméstico que describe como “un vínculo interpersonal de protección, constituído entre la víctima y el agresor, en el marco de un ambiente traumático y de restricción estimular, a través de la inducción en la víctima de un modelo mental”. Ella desarrolla el síndrome para proteger su propia integridad psicológica y, para adaptarse al trauma, suspende su juicio crítico. Esta podría ser una sólida explicación para que las mujeres maltratadas desarrollen ese efecto paradójico por el que defienden a sus compañeros, como si la conducta agresiva que desarrollan fuera el producto de una sociedad injusta y fueran ellos las víctimas de un entorno violento que les empuja irremediablemente a ser violentos.

El Síndrome de Estocolmo doméstico viene determinado por una serie de cambios y adaptaciones que se dan a través de un proceso en el que se reconocen cuatro fases. En la fase desencadenante, los primeros malos tratos rompen el espacio de seguridad que debería ser la pareja, donde la mujer ha depositado su confianza y expectativas. Esto desencadenaría desorientación, pérdida de referentes, llegando incluso a la depresión. En la denominada fase de reorientación, la mujer busca nuevos referentes pero sus redes sociales están ya muy mermadas, se encuentra sola, generalmente posee exclusivamente el apoyo de la familia.
Con su percepción de la realidad ya desvirtuada, se autoinculpa de la situación y entra en un estado de indefensión y resistencia pasiva, llegando así a una fase de afrontamiento, donde asume el modelo mental de su compañero, tratando de manejar la situación traumática. En la última fase, de adaptación, la mujer proyecta la culpa hacia otros, hacia el exterior, y el Síndrome de Estocolmo doméstico se consolida a través de un proceso de identificación.

Esta explicación teórica intenta describir un proceso e identificar sus causas para lograr el objetivo último de trabajar con mujeres maltratadas y conseguir que escapen del entorno violento en el que viven, pero también de esa cárcel en que se ha convertido su mente.

Fuente: Lola Pérez Carracedo.
Publicado en la revista OeNeGe .nodo50.org

7 comentarios:

Eleanny dijo...

Excelente todos los puntos tocados en esta información. Pero me encantaria que expliques mas a fondo, cual seria la mejor forma de romper con las cadenas de este sindrome, cuando ya se ha caido en el, ya que actua como un vicio que sobresatura nuestra sociedad y, es tan comun, como lo es el desconocimiento publico de las acciones a tomar para salir de el...

xuberoa dijo...

Hola, el tema del maltrato bajo mi punto de vista, es un tema meramente educativo.
Cuantas veces hemos oído decir lo de "Las mujeres de ahora, no aguantáis nada"...
Para mi hasta que no se eduque bajo la igualdad y el respeto (tanto dentro como fuera de casa) el maltrato seguirá existiendo lamentablemente.
Todavía aun una parte de esta sociedad piensa que la mujer es de su propiedad y muchas mujeres arrastran la creencia que "tienen que aguantar todo de su pareja".
Quien no conoce al "típico bocas" que trata a su pareja de manera despectiva, como "que tu no entiendes de esto, tu cállate, tu a lo tuyo" etc...
A mi modesto parecer se empieza con un maltrato psicológico y deriva la mayor parte de veces en el maltrato físico. Pero las victimas una vez dentro de esa "rutina". Y bien sea por la educación arrastrada durante toda su vida o bien por verguenza les es muy dificil denunciar a su pareja.
No se si me he explicado muy bien
Besos

Anónimo dijo...

existe un tipo de psicopatas que los llaman vampiros del alma, drenan y consumen la energia de la mujer hasta bajar su auto estima al minimo volviendola a ella un sombi viviente, estos hombres con esta patologia son verdaderamente malos no matan pero dejan a la mujer sin alma la destruyen con la indiferencia, maltratos verbales , mentiras, son unos manipuladores alerta mujeres a este tipo de hombre busquen informacion en internet y evitenlo sufriran muchas depreciones son seres malos no quieren tu felicidad te destruyen.

AIDEE dijo...

EXCELENTE TEMA
YO PACE POR ESE CAMINO Y ES MUY DOLOROSO Y LO UNICO QUE CUENTA EN ESOS MOMENTOS NO SON LAS EXPLICACIONES DEL TEMA SINO EL APOYO. Y NO LE DECEO A NADIE ESTA ORRIBLE EXPERIENCIA


LAS QUIERO

zari dijo...

Mi novio está pasando por esta situación de nuevo, hace tres días volvió con su exmujer, ella lo domina, lo anula, lo desprecia, etc. Ella solo está con él por el dinero y para usarlo, le es infiel costantemente. Desde que está conmigo las amenazas hacia mi eran constantes: es una puta, si sigues con ella no te dejaré ver a las niñas, ella solo quiere robarte tu dinero....
Ella no lo quiere,pero él ha vuelto con su maltratadora. Es muy triste para mí debido a que él es una estupenda persona cuando no está ella, pero cuando ella aparece se anula.
Necesita ayuda y a mi no me escucha, el vivirá una vida de mierda y yo estoy sola porque hay una maltratadora en la vida de mi novio, bueno de mi exnovio.

Anónimo dijo...

Que desastre;y que triste que tanto mujeres como hombres tengan que vivir con un maltratador/a. Mi pareja padece lo mismo. Cuando estamos juntos es un bella persona un poco reservado pero muy bueno. Ahora es llamarlo su ex y su mundo se derrumbo. Actualmente el vive conmigo pero ella no deja de estar en su mente y no se que hacer para poder ayudarlo y quitarle la mala hierva que lo carcome mentalmente. No es justo que dos personas que se quieren como nosotros tengan que vivir con un personaje que no vive ni deja vivir. Seria bueno que alguien pudiera decirme como ayudarlo. Gracias

Anónimo dijo...

hola, el leer muchos comentarios es identificarte con ellos pero real mente la pregunta que nos hacemos es como salir de esto puesto que en todo momento estamos esperando un consejo o un manual que nos lleve por el camino correcto ya que estamos tan confundidos y aveces el tan solo oir a la persona te hace creer que te quiere y que lo necesitas, es muy dificil tomar una decicion que puede beneficie o perjudique a tus hijos, ya que todo queda en ti simplemente con decir algo. gracias

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